Christmas time

No me gusta desaparecer durante tanto tiempo, pero las circunstancias a veces lo exigen.

Ayer pasé el día reordenando cajones y quitando el polvo de los estantes. Tiré, por lo menos, tres kilos de papel y me siento tan bien... :D Uno termina siempre guardando cosas sin saber por qué. Por eso mismo es necesario hacer revisión general, aunque sea una vez al año.

La cena fue como de costumbre: cada año un poco más apagada que la del año anterior.

Mi tía vino con su novio, mis primos se dedicaron a aterrorizar a Quicksilver (que se quedó atrincherado en el piso de arriba durante toda la noche) durante casi media hora, hablamos de las trivialidades habituales (me alegra ver que el tema de mis estudios cada vez aparece menos en las conversaciones) y jugamos a cartas. Es la tradición.

Mi primo cada vez es más feo y ya se le empieza a notar la sombra del bigote :S Con la broma, ya le falta poco para cumplir 14 años. Parece mentira. Su madre jura que ha dado ya el estirón, pero yo no me lo creo mucho. Lo único que demuestra que ya se ha convertido en un adolescente es que se levanta de la mesa para hablar con pavas por el messenger y que no se avergüenza de admitir abiertamente que es seguidor de 18 y Física o Química.

Mi prima sigue teniendo la edad mental propia de una niña de dos años. Apenas habla, se esconde detrás de su madre y sigue teniendo la misma mirada inexpresiva y bobalicona de cuando era un bebé. Apuesto a que sufre un retraso mental no diagnosticado.

Por lo demás, todo sigue igual.

El fin del año se acerca. Es hora ya de poner fin al bloque 2007-2008 (porque para mí los años van de dos en dos) y prepararse para lo que venga.

Tengo ganas.