sábado, 21 de octubre de 2006

Suplantación

suplantacion


Suplantación...


A menudo, cuando deseamos a alguien acabamos deseando transformarnos en esa persona de una forma tan sutil que ni siquiera nosotros mismos nos damos cuenta. Empezamos a fijarnos en todos los pequeños detalles que configuran su vida y los convertimos en fetiches. Recopilamos toda esa informacion aparentemente innecesaria sin darnos cuenta de que, al hacerlo, nuestro verdadero objetivo es clonar al original sobre nosotros mismos para acabar suplantándolo. Tiene su lógica... ¿Cómo estar más unido a la persona que deseas que siendo tú mismo esa persona? Es el deseo sacrílego de poder estar en condición de igualdad con el objeto de deseo. Desde este punto de vista, se podría decir que el deseo de suplantación es una forma de homosexualidad.


Hoy me ha ocurrido. Entré en el Decatlon para comprarme unos pantalones aceptables que llevar por casa y, en el apartado de ballet-gimnasia, los vi: vi unos mini-shorts negros como los que llevaba Aleix. De acuerdo: no eran de la misma marca, ni de la misma tela, ni del mismo tamaño... pero eran negros y cortos. Bailo con falda, nunca me pongo pantalones en clase de ballet. Ni siquiera estaba segur@ de dónde y cuándo iba a usarlos, pero supe que necesitaba comprármelos. Necesitaba llevarme conmigo ese pequeño fragmento de su universo para acercarme un poco más a su divinidad. Asi q aqui los tenéis: estos son mis nuevos pantalones cortos. Ahora puedo ponérmelos y soñar, por unos segundos, que soy un rubio niño bailarin.


Al salir de ahí, ví unas zapatillas negras como las que llevan los chicos, pero dije: "No. Alisa, aquí acaba por hoy tu locura.".


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