Eran casi las tres, o eso creo, cuando volvimos a atravesar Pl. Cataluña, esta vez, en dirección a la parada del autobús. Ninguno de nosotros, salvo Txus, necesitaba cogerlo, pero aun así decidimos esperarlo por pura diversión.
Meses más tarde, en esa misma parada de autobús, recibimos la profética visita de uno de los simpáticos vagabundos/borrachos que habitan la apocalíptica plaza. El tipo, tras pedirnos unas monedas que, por supuesto, le negamos (xD), se acercó a Txus y le dijo, con conocimiento de causa, sin duda:
-Tú tienes muchos millones en el banco.
Al día siguiente, Txus se llevó la decepcion de su vida cuando comprobó que aquel hombre no había obrado tal milagro y el estado de su cuenta corriente seguía siendo tan lamentable como de costumbre. ¡Maldita sea! ¡Fíate tú de los vagabundos!
Y ahí estábamos: matando el tiempo. Creo que, para aquel momento, ya habíamos agotado todas las conversaciones interesantes y nos dedicábamos simplemente a darnos cabezazos entre nosotros, o algo así. Por algún motivo, no lo recuerdo del todo bien...
Finalmente, llegó el autobús con destino al fin del mundo, que es más o menos donde vive Txus (sí, vive mucho mas lejos, incluso, que yo). Nos despedimos de él con una patada y nos alejamos despreocupadamente, ignorando al pequeño monstruo que devoraba la carrocería del autobús.
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I'm not a puppet
I am a grenade...
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Me ha venido a la mente una gran frase de Lisa Simpson:
-Los que acusan a los demas de ser gays a menudo encubren su propia homosexualidad latente.
*Nelson se arroja por la puerta trasera del autobús escolar xD*
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