The Iron Maiden Boy

Es curioso cómo actúa el destino.

Tras haber conseguido sobrevivir a la interminable actuación de Lauren Harris (a la que recomiendo encarecidamente que deje de torturar a sus pobres espectadores con sus insoportables melodías poperas dignas de Avril Lavigne y con esa horrible voz de pito revienta-tímpanos, y pase a dedicarse directamente al striptease o, por qué no, al cine porno) y a la entretenida aunque monótona actuación de Trivium, estaba yo "tan tranquilamente" esperando la salida de Iron Maiden al lado de mi guitarrista, Johnny. Decidí aprovechar el momento y disfrutar de la libertad que me proporcionaba el no estar siendo empujad@ y pisotead@ mientras tragaba pelo de la melena del "jebi" que tenia delante para quitarme algo de ropa (y es que las 4 camisetas que llevaba para no pasar frío mientras hacía cola hacían bien su trabajo). Las camisetas sin valor me las metí en el bolsito de Metallica y las otras las enrollé dentro de mi abrigo de cuero. Me coloqué bien el bolso y a esperar.

Entonces se apagaron las luces. Sobre el escenario se iluminaron las ruinas de una ciudad bombardeada. Empezó a sonar musiquita épica. "Bien, empieza", pensé. Bien? xDD Sabía que cuando saliera Maiden los "jebis" se volverían tan locos como antes y empezarían otra vez a dar saltos y a menear la cabeza, pero no estaba preparad@ para lo que iba a ocurrir. De repente, sentí como una masa de fans enloquecidos me arrastraba hacia delante, con una fuerza de cojones. Quedé atrapad@ entre los cuerpos de los que estaban a mi lado. Noté como la correa de mi bolso, que ahora tenía en el codo, tiraba violentamente de mi brazo - en ese momento, me alegré de habérmelo puesto ahí, dado que, si lo hubiera tenido en la mano, seguramente lo habría perdido.

La avalancha continuó. La corriente de "jebis" seguía arrastrándome hacia delante, hacia atrás, hacia los lados... Lo único que podía hacer era aferrarme a mis pertenencias con todas mis fuerzas e intentar no perder el equilibrio. Si caía al suelo, me aplastarían sin más. Eso si no me partían antes alguna costilla xD Es lo malo de ser baj@ en un concierto.

Durante un rato (no tengo ni idea de cuánto) me mantuve así, siendo zarandead@ violentamente de lado a lado. Después de lo que pareció una eternidad, la cosa se calmó. De nuevo tenía ambas piernas apoyadas en el suelo y podía respirar algo de humo, que es mejor que ahogarse xDD ¡Estaba viv@! No me lo podía creer.

Miré a mi alrededor. Ni rastro de mi Johnny. Como imaginaba, nos habían separado. No tenía ni puta idea de dónde había quedado él, ni tampoco de dónde estaba yo. "Genial", pensé. Sabía que volver con él era literalmente imposible, pero tampoco me importó. Ya tendría tiempo de encontrarlo después. Estaba demasiado eufóric@ por haber sobrevivido. Incluso me hizo gracia cambiar de ambiente.

Miré a mi alrededor. Empecé a familiarizarme con las nuevas caras con las que me tocaba convivir. Echaba de menos al "jebi" de la melena de antes xD o al rubio contra el que estaba deseando restregarme (aprovechando que había tanto contacto físico xDDD), pero daba igual. Los que tenía al lado parecían simpáticos.

Entonces fue cuando lo vi. Era imposible. Era impensable. Era una locura. Era... Edgar, ¡¡la estrella del bar!! Sí, sí, el efebo del que os hablé el otro día. ¡¡Era él!! Uniformado con una camiseta de Iron Maiden, levantando los cuernos y coreando entusiasmado las canciones xDD ¡Dios santo, era el puto Edgar!

De todas las personas a las que podía esperar encontrarme ahí, él no estaba ni en la lista xD Ay señor, esto son cosas del destino.

Luego, cuando se acabó el concierto y nos pusimos en la cola para salir, lo tuve sólo a una persona de distancia. No sé si me vio, pero fue divertido xD