lunes, 7 de mayo de 2007

Madrid

"Ride Through The Desert"; D.B.; Los Monegros, 12/06

Aun recuerdo cómo atravesamos aquel inhóspito desierto, camino a Madrid. Habíamos abandonado la luz de un sol inoportunamente veraniego para adentrarnos en un mundo extraño y siniestro, completamente irreal.

Recuerdo que sonaba un CD de The Doors. Yo iba cómodamente sentad@ en el asiento de atrás, haciendo anotaciones en mi libreta. Anotaba periódicamente la hora, el lugar por el que circulábamos, la música que sonaba y la temperatura exterior. Esta última había pasado drásticamente de 13º a solo 3º.

Nos rodeaba una niebla espesa, y una llovizna suave arrojaba diminutas gotas que colisionaban con el parabrisas como mosquitos. Aquel lugar era muy extraño. Circulábamos únicamente entre camiones. A lado y lado de la carretera sólo había desierto, y más allá no había nada. Nuestra soledad era absoluta. No podía evitar la extraña sensacion de estar soñando.

Recuerdo cómo adelantamos a aquel vetusto camión militar, con su matrícula del Ejército de Tierra, que daba la impresion de llevar activo desde la Segunda Guerra Mundial. Recuerdo cómo, en ocasiones, aparecía a uno de los lados del desierto un árbol desnudo, cubierto de siniestros pájaros negros.

Más tarde, paramos a comer en un lugar tan sumamente surrealista que sólo podía ser el fin del mundo. Era una estación de autobuses con gasolinera, bar, restaurante y hotel - todo para camioneros -. Estábamos rodeados de hombres rudos que nos miraban con desconfianza desde todos los rincones. En aquel lugar, no podía uno dejar de tener la impresión de estar siendo observado a todas horas.

Cuando entré en el bar, empecé a plantearme seriamente la posibilidad de haber viajado atrás en el tiempo. Habíamos entrado en los años 70. Aquello sólo podía ser una penosa caricatura de las peores caras de la España de antaño. De la pared colgaban unas descoloridas y siniestras banderillas de equipos de fútbol ya inexistentes, cubiertas con un plástico amarillo que podía desintegrarse con una mirada excesivamente intensa. El lavabo era una morgue. En la tele, lo único que podía verse: TVE.

Recuerdo cómo salimos huyendo de aquel lugar, y la visión siniestra de aquellas torres eléctricas cubiertas de cuervos negros, que levantaron el vuelo a nuestro paso.

Recuerdo cómo, todavía antes del encuentro con aquel lugar indescriptible, vi desde lejos la basura arrastrada por el viento ante un complejo de edificios aparentemente abandonados. Ya en aquel momento lo pensé: este lugar debe ser el fin del mundo.

+ + + +

Recuerdos de mi viaje a Madrid xD No os preocupéis, no tengo planes de relatároslo entero... de momento. Por cierto, aquel lugar siniestro estaba en medio de Aragón. Es una lástima que no me diera tiempo de fotografiarlo. Sólo pude tomar un par de imágenes de la morgue. Pero bueno, eso es algo que todo fotógrafo debe asumir: no se puede inmortalizar todo.

7 comentarios:

deadly_bite dijo...

iiiurkraftiii dijo en 08/05/07 13:31

Ese desierto se llama Castilla (O Aragón, dependiendo de la circunvalación xDDDD)

deadly_bite dijo...

ellevaudeville dijo en 08/05/07 18:59

OH... gracias *sonrojo efebil*

Sí, definitivamente Madrid está rodeado de páramos. Y de sucios arrabales :D

deadly_bite dijo...

...en 09/05/07 0:22

[to ellevaudeville]

De nada n_n

deadly_bite dijo...

pierre_morhange dijo en 09/05/07 0:35

(8) Nosotros... somos pederastas porque el mundo nos ha hecho así... porque nadie nos ha tratado con amoooooorrr (8)

xDDDDDD

deadly_bite dijo...

...en 09/05/07 2:30

Nadie excepto los curas, que siempre nos dieron tooooodo su cariño. ¿Verdad que sí? Por eso somos así *sniff*

xDDDD

deadly_bite dijo...

estebanmori dijo en 09/05/07 4:07

¡Vuelve a Madrid! Te nombraré Capo de mi secta y tendrás un ejército de efebos a tu disposición para servirte y servir a la causa.

¡Hasta la victoria (del mal)!

deadly_bite dijo...

...en 11/05/07 22:52

[to estebanmori]

¡¡¡¡¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!

*ahem*

Tras mucho meditarlo, he decidido que acepto a regañadientes tu oferta.